El verde de las montañas se va convirtiendo en rojizos y los cielos al anochecer son ROSADOS...
Y es la época del año que en las casas de éstas dos chicas locas se coman SETAS, más concretamente LEPIOTAS, una seta que huele a tierra, a humedad y a otoño, que comemos desde pequeñas porque Tori es un micólogo aficionado y que al comerlas durante sólo 2 meses, a veces menos tiempo y otras veces más, las esperamos con ansia todo el año.
Y es Tori quien nos provee a las dos, el que va por los montes, y éste año tiene compañía los dos enanos van con él, un día uno y otro día otro, y ellos felices como perdices, tanto el abuelo como los niños.
Y es que ésta estación tiene algo especial en el norte, el viento sur que te mece, los colores, el aroma a chocolate, y pensaréis: ésta chica está chiflada, pues no... todo tiene una expliación y la mía es muy simple, la casa de nuestros padres está al lado de la Nestlé en La Penilla de Cayón, y en otoño con todo el viento olía más que en ninguna otra época del año a CHOCOLATE...
Rogamos encarecidamente que si no conocen las setas, que no se atrevan a aventurarse ya que son muy peligrosas, si queréis aficionaros en éste arte, por favor, buscad algún micólogo o grupo que está ya versado.
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